domingo, 21 de junio de 2009

Cejas, consejos básicos 1, reglas básicas


La regla básica para las cejas: ¾ ascendente y ¼ descendente. Y para estar bien segura de no equivocarse en el momento fatídico en que las pinzas de depilar llegan a la zona, piensa en armarte con un lápiz.

Ponlo vertical, siguiendo la línea de tu nariz, justo a lado de las fosas nasales; la base de tu ceja debería comenzar en ese punto. Desplázalo después hasta el rabillo del ojo: ahí es donde tu ceja debe terminar. La parte más alta de la línea estará donde el lápiz cruza el iris.
A seguir:
- Ponte primero con una ceja, luego con la otra. Los errores son difíciles de corregir... ¡Tiene que pasar un tiempo para que el pelo vuelva a salir!
- No dudes en cortar los pelitos demasiado largos, que pueden quedar mal sobre el párpado superior (inmóvil). Siempre será mejor que arrancarlos, para que no haya "huecos" en la ceja.
- ¿Rojeces tras la depilación? Ponte un hielo en la zona para descongestionarla.
A evitar:
- Depilar las cejas por la parte superior.
- No escojas un color muy oscuro o muy claro para el lápiz de perfilar, el resultado ha de parecer natural.
El instrumento indispensable: Sin ninguna duda: ¡las pinzas de depilar!

Indispensable: las pinzas de depilar con luz. Son el último grito en materia de depilación, un instrumento que ofrece mayor precisión y comodidad. La luz permite eliminar los pelitos más finos. Se trata de una lámpara LED que se sitúa entre las dos pinzas y que se recarga con una pila de reloj. En este modelo concreto, la caja lleva un espejito, para que puedas retocarte en cualquier lugar.

miércoles, 3 de junio de 2009

Limpieza de cutis


Es frecuente estar al día de las últimas tendencias de maquillaje, es algo fundamental conocer la última revolución en cosmética. Incluso no dudamos en aplicarnos cientos de cremas, tónicos, peeling facial o mascarillas con las que conseguir, si no la eterna juventud, el envejecimiento más digno.

Pero…¿qué pasa cuando termina el día y nuestra piel necesita respirar? Existe un “eterno olvidado” en esto de la belleza: el proceso de desmaquillarse a diario.

Se nos olvida la importancia de una buena limpieza de nuestro rostro, sin darnos cuenta de que el desmaquillado es una parte fundamental del cuidado facial para activar el proceso de regeneración de la piel. Y sobre todo que un mal desmaquillado contribuye al envejecimiento de la piel.

Un ritmo de vida frenético, la falta de tiempo para una misma, el cansancio acumulado durante la jornada, el “lo hago más tarde”, llegar a altas horas de la noche y, en definitiva, la pereza, pueden ser la causa de nuestro “descuido”, pero nunca una excusa. Es cierto que todas nos hemos saltado en alguna ocasión este pequeño pero importante ritual.

Al limpiar nuestra piel, además de liberarla de la máscara del maquillaje y ayudarla así a respirar, eliminamos las células muertas, el exceso de sebo y los residuos de polución que se acumulan durante el día. Es imprescindible limpiar el cutis con un algodón que arrastre bien la suciedad, tanto por la mañana y por la noche con un tónico facial después de un gel o una crema desmaquilladora. Tenemos que conseguir que este ritual se convierta en un proceso de la vida cotidiana, como puede ser la limpieza de los dientes.